Recurrimos a los microcréditos de forma cada vez más habitual. No son únicamente los productos financieros que anuncian empresas de créditos rápidos, sino también todos los pequeños préstamos que van entre los 1.000€ hasta los 5.000€ y financiación de compras. así como tarjetas de crédito de grandes superficies y marcas comerciales.
Las mayoría de estos pequeños préstamos están destinados al consumo de particulares, aunque también para profesionales y pequeñas empresas para los que se crearon originalmente. Es tal la oferta y demanda de este tipo de financiación, que en España en los últimos años se han disparado las deudas relacionadas con microcréditos por encima de la media europea.
¿Para qué solicitamos un microcrédito?
Los microcréditos más conocidos y demandados están relacionados con la compra a plazos de vehículos a través de los concesionarios de la marca que llevan muchos años con su propia financiación y que ahora compiten con las entidades bancarias que han creado sus propios productos para leasing.
Asimismo, han aumentado los microcréditos a través de tarjetas de centros comerciales y grandes superficies para aplazar compras, especialmente las que superan los 500 o 1.000 euros relacionadas con muebles, grandes electrodomésticos o tecnología.
Por último, aunque es la forma más tradicional en la que conocíamos este tipo de préstamos, también empleamos tarjetas de crédito para pequeñas compras, reformas o momentos puntuales de gastos como unas vacaciones, la compra de libros y material escolar, navidades, etc.
Comó solucionar deudas con microcréditos
Solapar un crédito con otro puede convertirse en un auténtico problema. A pesar de la tendencia y de la situación de falta de ahorro en los hogares, vivir de los microcréditos no debe ser lo habitual, ni es recomendable.
De esta forma, muchos clientes que recurren a nosotros con la necesidad de reunificar de deudas para tener una nueva oportunidad, cuentan con varios productos de este tipo y, que a pesar de que no representan la mayor cuantía, ni un 10% del resto de sus préstamos han provocado a corto o medio plazo una situación desesperante.
La refinanciación de microcréditos es una de las operaciones más viables y que con más frecuencia resolvemos en LP Financiación. El procedimiento es sencillo y consiste en unificar esas deudas y otros préstamos para obtener una sola cuota.
En la mayoría de los casos, aunque se alargan los plazos de pago este hecho se ve compensado con un ahorro de hasta un 70% en el pago de la cuota mensual y recuperar la solvencia, así como evitar otras situaciones de impagos más graves.
¿Qué debe tener en cuenta al emplear microcréditos?
Todo debe tener su justa medida. Abusar de los microcréditos y acumular cuotas de tarjetas de crédito y pagos aplazados puede poner en peligro nuestra estabilidad financiera a nivel personal y de nuestro hogar.
En un hogar con unos ingresos medios, acumular un pago mensual de microcréditos por encima de 500€ debe hacer sonar la alarma y analizar bien la situación. No es difícil sobrepasar estos límites sin darnos cuenta, por ejemplo cuando hemos realizado una financiación de un vehículo nuevo o seminuevo que suele contar con plazos de hasta 5 años, con otros pagos aplazados que pueden resolverse en menos de 12 meses, más el uso habitual de tarjetas de crédito a final de mes.
En un principio, salvo casos de impagados y listas de morosidad, la concesión de esta financiación especialmente mediante tarjetas bancarias para pequeños gastos son concedidas sin apenas requisitos. Es decir, que son de fácil acceso, nos permiten plazos cómodos y pueden usarse de forma continua para nuevas compras. Sin embargo, cuentan con unos intereses y recargos en caso de devolución del pago elevadas y que al acumularse estos impagos, pueden hacer un verdadero agujero negro en nuestra economía familiar.
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